¿Qué salidas económicas tiene el Ecuador?
Una mirada desde la Carrera de Economía- UNL
Conversamos con el economista Álex Valdiviezo Mora, docente de la Carrera de Economía y director del Centro de Investigaciones Sociales y Económicas, sobre la crisis económica y social del Ecuador.
Considera usted, en el tema de la matriz productiva, que todo gire en función a de las concesiones extractivistas. ¿Cuáles pueden ser las alternativas?
Nuestra economía está basada -en gran parte- en el petróleo. En los últimos años se ha empezado a explorar y explotar otros productos del subsuelo, como son el oro y el cobre, principalmente aquí (Loja) y en la provincia de Zamora; hay otras lugares donde se está extrayendo minerales, que se pretende que sean un potencial importante para la economía del país.
Sin embargo, sabemos que estas labores extractivas conllevan muchos daños ambientales para el agua, el ambiente y la salud de las personas. Y se ha demostrado también, a lo largo de la historia de los diferentes países que, terminado el proceso de extracción de estos minerales a los países, los mismos vuelven a ser pobres como antes. Esto también se denomina la maldición de los recursos naturales, que significa que no necesariamente los países que tienen recursos naturales extraíbles, tienen una buena situación económica. No siempre es así, pero generalmente sucede. Entonces, esto depende de cómo los países manejen este tema, de que los recursos que se obtienen a través de las regalías y de los impuestos que pagan estas empresas sean invertidos adecuadamente en generar otras actividades económicas que se impulsen con esa función, producto de esos ingresos que puede ser la agricultura, la industria o los servicios turísticos, entonces hay algunas opciones que se pueden usar para cambiar esa matriz productiva.
Ahora ya estamos enrumbados en esa línea, el asunto es profundizar en ello. Se debería hacer una extracción lo más limpia posible en los casos en los cuales dichas extracciones afecten fuentes de agua es mejor que definitivamente no se hagan.
Durante las movilizaciones de junio de 2022, las organizaciones sociales exigieron atención a sus 10 planteamientos. Desde el gobierno se respondió que la difícil situación del país impedía su atención. Sin embargo, después de 18 días de paro nacional firmaron un acuerdo. ¿Estima usted que cumplir con el acuerdo, podría afectar al pueblo ecuatoriano?
Hay que considerar que esta inflación que ha afectado a nuestro país, está afectando a todo el mundo. No es que el Ecuador sea una isla, ni que solo hay desestabilización por las políticas económicas que se han producido. El mundo está invadido, norteamérica y Europa están pasando por lo mismo. Esto se ha profundizado por la guerra entre Rusia y Ucrania, lo cual ha provocado la subida del precio de los combustibles y de la energía. Y como todo se mueve y se produce con energía, entonces todo sube de precio.
Así, el transporte y la producción han subido debido a los costos de la energía y otros elementos, por tanto todo eso ha coincidido para generar esta inflación y esta crisis económica mundial que estamos atravesando. Ahora, los sectores sociales le echan la culpa del alza de los combustibles de que eso es lo que ha generado el alza de los precios de los bienes y servicios en nuestro país. Con el acuerdo se logró que baje 15 centavos la gasolina y que baje 15 centavos el diesel, pero dudo mucho que los precios vuelvan a los niveles que estaban antes de que empiece esta alza de precios.
Yo creo que esa no es la solución. El subsidio se dirige, en el caso de la gasolina, hacia los sectores más pudientes de la economía, y no necesariamente a los indígenas. Hay un estudio del BID que dice que solamente el 20% del subsidio llega a los quintiles más pobres de la población. El tema del gas también se lo usa por igual desde los más ricos y más pobres y está subsidiado para todos.
Lamentablemente, los sectores de la población están sufriendo por el alza de los precios de los servicios, por sus necesidades y carencias. Entonces se debió de buscar una solución previa, por ejemplo, compensaciones de tipo monetario o compensaciones de tipo en especie, es decir, mejorar los servicios, brindadas tanto en salud como en educación y ampliar el bono de desarrollo humano… Ninguno de nuestros servicios voluntarios en monto y cada vez un mayor número de personas que cada vez se ven afectadas por la situación económica del país. Por ahí debieron ser las políticas económicas y sociales del Gobierno para atender a esos sectores.
En los últimos años se ha denunciado la reducción del presupuesto del Estado para la educación, decisión que impide el libre ingreso a las universidades. ¿Cuál es su análisis de este tema?
Hasta antes de la nueva ley había el libre ingreso y realmente era un caos, es así que la educación universitaria pública se veía agolpada de estudiantes y no tenía las condiciones de infraestructura como para atenderlos a todos ellos, en un aula entraban 60-70 estudiantes.
Yo escuchaba testimonios de que había que llegar muy temprano para poder estar sentado, si no, le tocaba estar parado y recibiendo clases anotando en algún cuaderno, así, de pie y con todas las incomodidades que eso conlleva y además no se facilitaba el aprendizaje adecuado. En ningún país desarrollado del mundo existe un libre ingreso.
Pienso que se debería brindar espacio a la meritocracia de los estudiantes, no como antes, que había que dormir en la calle para lograr el cupo, tener contactos o pagar para que les den cupos en las universidades.
Entonces, con esto me parece que se regula todo el proceso. Ahora que hay falta de cupos para todos, ya debería pensarse en una política pública que cree más oferta, analice la demanda académica, incremente posibilidades de opciones de tal manera que los estudiantes tengan más carreras técnicas que es lo que se necesita
Así, los estudiantes van a tener más opciones y no se van a agolpar todos en las mismas carreras. El Gobierno debería promocionar y hacer conocer las nuevas experiencias que se deberían ofrecer, qué es lo que el mundo necesita, qué es lo que el país necesita.
La Universidad Nacional de Loja ha reabierto sus estudios de cuarto nivel con autofinanciamiento. ¿Estima que esta autogestión solventa el déficit económico de la Universidad?
Para la universidad pública, generar autogestión es saludable. Todas las universidades deben generar estos tipos de ingresos para paliar las necesidades y el déficit que el Gobierno no puede cubrir anualmente a los presupuestos que son de las universidades. Por eso es saludable que las universidades hagan autogestión para poder atender mejor a sus estudiantes de todos los niveles, como el caso de la Universidad Nacional de Loja.